martes, 3 de septiembre de 2013

Extranjerismos ya integrados en la lengua portuguesa

La doctora Ana Martins (2007) en su Gramática Aplicada da Língua Portuguesa, nos dio algunos ejemplos de extranjerismos presentes y ya integrados en la lengua portuguesa, tales como: pipeline, resort, sprint, rating...

Es común ver palabras del inglés (anglicismos) formando parte del día a día del portugués desde hace años: spray, laser, software, chope (chopp), slogan, part-time, entre otras. Pero no es raro ver también abajur, plafond, chefe, esquadra, provenientes de otras lenguas.
En los exámenes oficiales de lengua portuguesa he visto la palabra "mass media" en un texto de comprensión lectora, así que ya está totalmente integrada en nuestro vocabulario y cultura.

En otro texto que trabajé sobre la "adicción al trabajo" para el nivel avanzado, 30% de las palabras que figuraban eran extranjerismos: yuppie, stress, timing, freelancer... En cada línea había uno.

"Bife" es una de ellas. Del inglés "beef", que viene del francés y luego del latín "bos". Hemos "aportuguesado" la palabra en su forma y sonido y se quedó "bife". Así tenemos: "bife com arroz", "bife no prato", "bife à milanesa",...

Como dice Rodrigues Lapa (in Estilística da Língua Portuguesa, Seara Nova, Lisboa), se trata de un fenómeno común, ya que los pueblos adoptan palabras e ideas de otros pueblos extranjeros, pues dependen intelectual y económicamente de ellos. La cuestión es no abusar del extranjerismo.

Fernando Pessoa, poeta que admiro, se ha pronunciado sobre el extranjerismo, de esta manera. Lo dejo en portugués, porque si lo traduzco, me parece que pierde su forma.

“Não tenho sentimento nenhum político ou social. Tenho, porém, num sentido, um alto sentimento patriótico. Minha pátria é a língua portuguesa”.

En conclusión, el extranjerismo es imposible de evitar, pero hay que ser prudentes en el uso.

Aulas Lusofonia Galiza 


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